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El Viento que Cambia el Horizonte: ¿Aliado o Invasor del Paisaje Rural?

1. Introducción: Un nuevo actor en el horizonte

Desde hace décadas, el viento ha sido visto como una promesa de energía limpia y sostenible. Sin embargo, cuando esa promesa toma forma de gigantes blancos que giran en lo alto de las colinas, la percepción cambia: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a transformar nuestros paisajes por el bien del planeta? El “viento” no solo mueve aspas, también mueve emociones, debates y decisiones políticas.
En un país como España, donde el paisaje rural es parte esencial del patrimonio natural, cultural y emocional —el "visto desde la ventana" de millones de personas— la instalación de parques eólicos ha generado tanto entusiasmo como rechazo. Para proteger esta riqueza visual y ambiental, se han establecido normativas y procedimientos que intentan equilibrar desarrollo y conservación: zonas de exclusión, estudios de impacto paisajístico, participación ciudadana... Pero ¿es suficiente? ¿Y qué ocurre cuando el desarrollo supera al consenso?
En esta artículo exploramos qué se ha hecho hasta ahora en España para preservar la belleza del paisaje frente al avance de la energía eólica, qué desafíos persisten y por qué el debate está lejos de estar cerrado. Si alguna vez te has preguntado quién decide qué vemos desde nuestra ventana —y por qué eso importa más de lo que parece— esta lectura es para ti.

2.¿Qué cambia en el paisaje con un parque eólico?

La implantación de un parque eólico supone una transformación profunda del paisaje rural. No se trata únicamente de introducir nuevas infraestructuras, sino de alterar la percepción visual, emocional y cultural del entorno. A continuación, desglosamos los principales elementos que contribuyen a ese cambio:

Altura y número de aerogeneradores
Los aerogeneradores modernos suelen alcanzar alturas de hasta 250 metros, lo que los convierte en elementos visibles a gran distancia. No solo modifican la silueta del horizonte, sino que, debido a su tamaño, rompen con la escala del paisaje natural y rural, especialmente en zonas llanas o de media montaña. Según el informe Criteris per a la implantació de parcs eòlics a Catalunya (2024), estos elementos “constituyen estructuras fuera de escala y ajenas a los entornos donde se ubican”. Además, la concentración de varias turbinas en una misma zona genera un efecto acumulativo que amplifica el impacto paisajístico, afectando negativamente la percepción estética y la identidad del territorio.

Iluminación nocturna (luces intermitentes)
La normativa aeronáutica obliga a señalizar los aerogeneradores con luces rojas intermitentes por la noche, lo que añade un nuevo tipo de contaminación visual al paisaje nocturno. Este destello regular, visible a varios kilómetros, interrumpe la oscuridad natural de zonas rurales y puede generar molestias tanto para los habitantes locales como para la fauna nocturna. En áreas donde se preserva el cielo oscuro como patrimonio natural o atractivo turístico (como zonas de observación astronómica), este tipo de iluminación se percibe como una intrusión notable.

Infraestructura asociada: caminos y líneas eléctricas
Más allá de los propios aerogeneradores, un parque eólico implica la construcción de caminos de acceso (con anchuras de hasta 3,5 m en fase de operación, más durante la construcción), plataformas, estaciones transformadoras y líneas de evacuación eléctrica. Estos elementos fragmentan el paisaje, requieren movimientos de tierra y alteran ecosistemas locales. Además, el impacto no es solo físico. Las vías de acceso y líneas visibles pueden reforzar la percepción de industrialización del paisaje, reduciendo su valor escénico y turístico.

¿Es el precio del progreso energético compatible con la preservación del alma del territorio? En los próximos apartados exploraremos las normativas existentes, casos reales y propuestas para una transición más armoniosa entre viento, energía y paisaje.

3.Regulación y protección del paisaje frente a la implantación eólica

La expansión de la energía eólica ha obligado a establecer marcos normativos cada vez más rigurosos para proteger el paisaje, especialmente en las zonas rurales de alto valor natural, histórico y cultural. Cataluña, La Rioja, Aragon, Galicia y Asturias ofrecen buenos ejemplos de cómo se está regulando esta transformación del territorio.

Cataluña: criterios detallados y cartografía del paisaje
Cataluña ha desarrollado uno de los marcos más completos a través del Decret Llei 16/2019 y los Catálogos de Paisaje, que definen zonas no aptas, áreas con restricciones y directrices específicas según la sensibilidad del entorno. Algunas medidas destacadas:

  • Prohibición de parques eólicos a menos de 500 m de núcleos habitados y en espacios protegidos (ENPE, ZEPA, PEIN).
  • Exigencia de estudios de impacto e integración paisajística, incluyendo visuales desde miradores reconocidos, fons escènics y rutas paisajísticas.
  • Limitaciones como evitar instalaciones en un radio de 1,2 km de miradores y 2 km de fondos escénicos emblemáticos, así como la covisibilidad y el efecto acumulativo entre parques cercanos.
  • Clasificación del suelo no urbanizable según su nivel de protección: preventivo, territorial o especial, condicionando la viabilidad de nuevos parques eólicos.

La Rioja: Moratoria y planificación del paisaje
En enero de 2024, La Rioja promulgó la Ley 1/2024, que establece una moratoria temporal para nuevas instalaciones de generación de energía en suelo no urbanizable. Esta medida busca proteger el valor paisajístico y patrimonial del territorio, especialmente en áreas dedicadas al enoturismo y al turismo sostenible. La ley destaca la necesidad de armonizar los intereses energéticos con la conservación del paisaje, en consonancia con la Directriz de Protección del Suelo No Urbanizable (DPSNU) y la Ley 6/2017 de Protección del Medio Ambiente de La Rioja. Actualidad Jurídica Ambiental, BOE

Aragón: Planificación energética y territorial
Aragón ha avanzado en la planificación de sus recursos energéticos mediante la Ley 5/2024, que promueve una coordinación entre la planificación energética y territorial. Esta ley establece la necesidad de un Plan de Ordenación Territorial de los Recursos Energéticos, que se integrará en el nuevo Plan Energético de Aragón 2024-2030 y en la Estrategia de Ordenación del Territorio de Aragón (EOTA). La normativa enfatiza la importancia de considerar los impactos ambientales, paisajísticos, sociales y territoriales en la implantación de proyectos de energías renovables. Boa

Galicia: Evaluación de impactos sociales y económicos
En noviembre de 2024, Galicia aprobó la Ley 2/2024, que regula los beneficios sociales y económicos de los proyectos que explotan recursos naturales en la región. La ley establece que, en los proyectos de energías renovables, se debe realizar una evaluación de los efectos sociales y económicos, así como de los compromisos adicionales de los promotores para generar beneficios en el territorio y conservar los servicios ecosistémicos. El Periódico de la EnergíaEl Periódico de la Energía

Asturias y Canarias: Regulaciones restrictivas
En 2024, Asturias y Canarias se sumaron a otras comunidades autónomas en la implementación de regulaciones más restrictivas para proyectos de energías renovables, incluyendo la energía eólica. Estas medidas buscan proteger el medio ambiente y el paisaje frente a la proliferación de instalaciones energéticas, aunque han generado preocupación en el sector por posibles barreras al desarrollo de proyectos. El País

Estas iniciativas reflejan una tendencia creciente en España hacia una planificación más cuidadosa y equilibrada de la implantación de parques eólicos, considerando no solo los beneficios energéticos, sino también la conservación del paisaje y el bienestar de las comunidades locales.

4.Recomendaciones para propietarios: ¿cómo participar y proteger lo que importa?

Para los propietarios de terrenos rurales, la llegada de un proyecto eólico puede representar tanto una oportunidad económica como un desafío paisajístico. Participar de forma activa y consciente en la planificación del parque es clave para lograr un resultado justo, equilibrado y respetuoso con el entorno.

¿Cómo involucrarse en la planificación del parque eólico?

Aunque muchas decisiones se toman a nivel técnico o administrativo, los propietarios tienen un papel crucial, especialmente en la fase de diseño del parque. Exigir transparencia desde el inicio, solicitar simulaciones visuales y participar en procesos de consulta pública son herramientas básicas. En comunidades como Cataluña, los Catálogos de Paisaje y directrices de planificación ya reconocen la importancia de la percepción local, por lo que tu opinión cuenta —y debe ser escuchada.

Protege los valores de tu terreno

Más allá del rendimiento económico, tu parcela puede tener un valor escénico, histórico, agrícola o incluso espiritual. Preservar elementos como muros de piedra, árboles centenarios, vistas panorámicas o antiguos caminos no solo mantiene viva la memoria del lugar, sino que también puede reforzar el valor del proyecto si se integra de forma respetuosa con el entorno. La normativa actual permite exigir estudios de impacto paisajístico detallados, y es derecho del propietario pedir que se consideren estas características.

Negocia con criterio

Antes de firmar cualquier acuerdo con el promotor, infórmate sobre:

  • La ubicación exacta y el número de turbinas propuestas;
  • La distancia a tu vivienda o a las de tus vecinos;
  • Los accesos, caminos y obras auxiliares que podrían construirse en tu terreno;
  • Las condiciones de desmantelamiento al final de la vida útil del parque;
  • Y muy especialmente, la compensación económica a cambio del uso del suelo o las servidumbres técnicas.

Un contrato bien negociado no solo garantiza ingresos justos, sino también respeto por el uso y la identidad del lugar.

5.Conclusión: Energía con vista al futuro

La implantación de parques eólicos plantea una paradoja fundamental: transformamos el paisaje para salvar el planeta, pero en ese proceso, ¿qué paisaje queda? La clave está en encontrar un equilibrio real entre la transformación visual y los beneficios ecológicos.

Sí, los aerogeneradores alteran el horizonte. Pero también pueden convertirse en símbolos visibles del compromiso con un futuro sostenible —siempre que se integren con sensibilidad, consenso y una visión compartida del territorio. Las normativas más recientes en comunidades como Cataluña, La Rioja o Aragón van en esta dirección: ordenar el desarrollo, proteger lo valioso y dar voz a quienes viven ese paisaje cada día.

Porque al final, la energía del viento no es solo una fuerza natural: es una decisión colectiva. Y como toda decisión importante, debe tomarse con la mirada puesta no solo en el rendimiento, sino también en lo que vemos desde nuestra ventana.